
En este fútbol no se va a ver jugadores de gran calidad, ni siquiera a ver buenos partidos más que de vez en cuando. Yo lo denomino "el fútbol del sentimiento". No es necesaria una excusa como muchos buscan para ir a una tarde al estadio de tu ciudad, simplemente tus domingos funcionan así, por sistema, por costumbre, por afición... Después de comer ya estás nervioso, repasando en tu cabeza los últimos detalles de la actualidad de tu equipo, lesiones, sanciones, el rival. Te enfundas tu camiseta, tu bufanda, quieres que se vea a que conjunto vas a animar en unos instantes. Cuando entras al campo los nervios se transforman en felicidad, ya estás donde querías, ves los ejercicios de calentamiento, charlas con tu compañero de butaca, escuchas la radio, comes pipas, tomas un carajillo. ¡La de cosas que se pueden hacer en un campo de fútbol! Una vez comenzado el partido empiezan las jugadas, las faltas, los goles, esos goles de tu equipo que te hacen levantarte irremediablemente de tu butaca como si de un acto reflejo se tratara. ¡Goooooooool! Tampoco sabes por qué, lo gritas a viva voz, como si te fuera la vida en ello. En dos horas todo acaba. Vuelves para casa deseando que llegue ya el próximo domingo y durante la semana vas leyendo periódicos, internet, todo es poco para saber qué ocurre con tu equipo.
Y... ¿por qué se tiene que acabar todo esto? En este fútbol los problemas económicos son mucho más importantes que en las categorías reinas, no hay de donde sacar el dinero, los jugadores no generan muchos ingresos, la mayoría de los ayuntamientos y gobiernos tienen que apoyar a estos equipos para que no pasen apuros y aún con todo, hay demasiados problemas. En esto se lleva la palma el logroñés. Mi equipo. Tercer descenso por impagos en ocho años, todas las ilusiones de una afición echadas por tierra de manos de un impresentable que prometió lo que nunca podría cumplir. Él lo sabía, pero su afán de protagonismo fue mayor que su capacidad de razonamiento. Un partido político se la jugó en las elecciones, una sola carta, lástima que la baraja ya estaba marcada de antemano para no coger ese "as de oros" y elegir una de las otras 39, con lo fácil que ya estaba, encima marcan el mazo de cartas, vaya vaya... Esto supondrá la desaparición fácilmente, ya quedan pocas fuerzas para seguir arrastrando un nombre demasiado bonito para mancillarlo. Club Deportivo Logroñés.
Abatido, impotente, triste, asqueado, enfadado, afligido, débil, inútil, cansado, engañado... No tengo fuerzas ni para escribir. Lo siento.
2 comentarios:
Kramer vigila la ortografía, que dentro de menos de lo que crees serás periodista ;-)
Se agradece que hagas caso kramer...
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