Esto ya no es lo que era, un numeroso elenco de noticias inundan los diarios para hacerme sacar detalles de cada uno de ellos y hacerme reflexionar. ¿Qué es lo que está ocurriendo en este mundo? Ya no se puede ni acudir a las piscinas, por lo menos aquí en Logroño, así lo demuestra la nueva "política de precios" que se ha empezado a aplicar este verano. Un mínimo de 6€ es el gasto que hay que realizar para pasar una tarde de sol y agua en cualquier recinto de la ciudad. Esto es lo único que nos queda a los que no nos hemos podido marchar de vacaciones debido a la crisis o simplemente a nuestra temprana edad, incluso en las piscinas municipales. ¿Qué hacemos entonces para llenar nuestro tiempo en estas calurosas tardes? No nos queda otra que apurar esa costumbre tan española, la siesta. Que sería de nosotros sin la siesta... Pues bien, parece que en el extranjero comienzan a darse cuenta de los beneficios de este placentero sueño después de comer y ya nos han copiado la idea. ¡Nos roban nuestras señas de identidad! Y es que es normal, con declaraciones como estas: "La siesta es la mejor contribución española a la humanidad" (Michael Billiard) lógico que ocurra. Sus argumentos: "contribuye a la descarga de ansiedad, evita la saturación mental y, potencia la memoria." A dormir la siesta se ha dicho entonces.
Y es que como ya comentaba antes, este mundo está loco, siguiendo por la misma línea y buscando qué hacer en una tarde de verano, pienso en bajar al quiosco a comprar una revista, pero es que estas también están en declive, incluso las picantonas. Me doy cuenta de que me estoy quedando desfasando y que ya no me entero de qué es lo que le gusta a la gente, tampoco me preocupa, nunca me he dejado guiar por modas, aunque seguramente habré caído en alguna de ellas sin darme cuenta. Tras esto, miro el reloj y como no he podido ir a la piscina, la siesta me la han robado los suizos y los japoneses y las revistas ya no se leen, decido entrar a un bar a echar una ojeada al periódico y a tomar una cervecita. Me siento en la barra, llamo la atención del camarero y cojo un diario, comienzo a mirar rápidamente noticias y noticias y me encuentro con críticas a algunas de nuestras ministras [otra noticia relacionada] sin razón aparente. Pienso que como no hay muchos sucesos últimamente y la actualidad política está parada, en algo se tienen que entretener y con algo hay que llenar páginas para justificar las publicaciones y la publicidad.
Prosigo con mi tarde, he conseguido matar algún rato en ese bar, aunque vuelvo a mirar el reloj, todavía me queda mucho tiempo libre. De repente se me ocurre una idea, hacer un viaje. Con el estupendo aeropuerto que tenemos en Agoncillo y yo todavía sin visitarlo. Elijo destino y comienzo a hacer mi maleta a toda prisa, meto en ella mi catapulta, mi caña de pescar, un par de pistolas láser, mis patines de hielo preferidos y un hacha por lo que pueda pasar, me dirijo al aeropuerto, compro mi billete y me dispongo a subir al avión. Llego a los controles de seguridad y comienza el registro, los agentes que allí se encontraban me echan el alto y me comentan: "no puede usted llevar esto en la maleta". ¡Qué desilusión! Yo que nunca había viajado en avión y resulta que todo mi equipaje estaba prohibido por la U.E. ¿Qué podía hacer entonces? Como ya se me había quitado la idea del viaje de la cabeza, decidí dar media vuelta e irme a donar sangre, por hacer una buena obra y sentirme bien conmigo mismo. Una vez acabé con esto, pensé en hacerme donante de órganos, le pregunté a un médico cuales eran los pasos y me los explicó gustosamente, mientras tanto, escuché una conversación entre dos doctores sobre los últimos acontecimientos en esta materia. Esta versaba sobre la decisión que había tomado del sindicato de médicos egipcio, nada de transplantes entre cristianos y musulmanes. Me gustaría ver al presidente de este sindicato debatiéndose entre la vida y la muerte, con la única posibilidad de sobrevivir proveniente de un cristiano. ¿Qué diría entonces? Quizás fuera consecuente con sus decisiones, esta gente es demasiado radical incluso con su vida. ¡Qué le vamos a hacer!
Ya se acabó mi tarde, en realidad me ha dado tiempo para hacer bastantes cosas, aunque mañana me espera otra tarde nueva con las mismas expectativas, ¿qué haré entonces? prefiero no pensar, mejor meterse en la cama y dejar que la imaginación vuele libremente, quizás así encuentre alguna que otra diversión. Alguno a medida que va leyendo esto seguro que está pensando, "¡más te valdría ponerte a trabajar!" o cosas por el estilo, pero es que estamos en crisis, el trabajo no abunda y Solbes todavía está trabajando en ello, incluso ZP ha conseguido esquivar al Congreso, veremos que ocurre con esto.
Y es que... en un mundo en el que besar a Angelina Jolie produce vergüenza cuando media humanidad se derrite por sus huesos, ¿qué se puede pedir? Pues algo de cordura como la que pone Rosa Regás, aunque para el sistema educativo en España hay una explicación muy sencilla. Para mantener la sociedad actual, el capitalismo y el consumismo desenfrenado, se necesita un gran número de gente con un nivel intelectual bajo y que siga las directrices que se les manden, el resto seguirá a la masa. Así de fácil.
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