miércoles, 30 de julio de 2008
Una noche contigo
Sabes que no eres una más, que lo nuestro es difícil pero no imposible, aún así tú te empeñas en darle vueltas a las cosas. Siempre me dices con tu tierna voz que te dejas llevar, ¡maldita sea! déjate llevar hasta el final, no pienses en nada más que en nosotros, olvida el resto del mundo por unas horas, que nada importe y que mis detalles te lleven al éxtasis más profundo que puedes alcanzar como mujer. ¿Tan malo soy? ¿Acaso te vas a echar atrás en el último momento después de todo lo recorrido? ¿Hay diferencia cuando fluye el alcohol de por medio? ¿Depende del lugar en el que nos encontremos? Sabes que soy capaz de llevarte a ese sitio donde tanto te apetece ir y al fin del mundo si hiciera falta, por favor, no me des estos disgustos, cada día que te veo marchar es una puñalada que se me clava en mitad del corazón. ¿Tendrá esto algo que ver con los dados de mi colega Íñiguez? Más vale que no.
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